Poemas cotidianos
Aquí está mi cuaderno
Mundo de dolor
En una mesa del rincón
Hoy te he mirado a los ojos
Mientras llega el encuentro
Mañana cuando rompa el día
Aún en la distancia
Te alejas con la lluvia
Siempre
Te he visto por el puerto
El tiempo es un recuerdo amarillo
Tu sonrisa
La viejas pensiones
He abandonado tu casa
Tu nombre
Son felices
Llueve
Acércate
Piezas de nácar
Excuse si hablo de ella
No salgas este domingo
Morimos un poco
Me iré sin ruido
Te quedas ahí
Prohibido
Viejo café
Nadie como tu
Carmen es un grito en el desierto
Busco la forma
En las aceras
Ermita sin nombre
Amo las tardes de estos días
Dentro de unos momentos
El silencio golpea los relojes
Las mañanas se suceden invariables
Dos mil años hace
Detrás de aquellos montes
Encuentro
En la calle
Porque te encuentro cada dia
Dicen que sales a cubierta en las noches
Ni barcos ni redes
Huida
Paris se viste de lluvia
Tu casa de cristal
Como tratar de explicarles
En la huida
A veces
Entre pañuelos
No necesitas llamar a esta puerta

 

 

 
EN UNA MESA DEL RINCÓN 

 

En una mesa del rincón

donde el aire huele a café

                                     te espero

hasta que el último golpe de viento
                                    estremezca
las finas hojas de las Ramblas.